RODRIGO PIMENTEL
TRANSMUTACIONES
(1945 - 2022)
POR YANNINE POBLETTE
Si la palabra “Transmutar” significa cambiar o convertir una cosa en otra, me parece que no pudo haber un mejor título para esta exposición.
Todos en algún momento transmutamos, hay quienes lo hacen una o más veces, pero aunque no todos tengamos la habilidad de poder hacerlo a través de la creación de una obra, sin duda el arte, desde donde lo abordemos nos provoca a hacerlo.
El arte, en todas sus ramas, siempre va ligado a un artista y su universo interior, pero ¿Qué pasa cuando el artista transmuta en su propia creación?
Las interpretaciones de una obra hablan más del espectador que de la creación en cuestión, pero a veces nos cuesta mucho separar al humano del artista.
El ser humano propiamente es complicado, con matices de emociones que dependen de estímulos que vienen del exterior o, simplemente hasta de la hora del día. Ahora, el ser humano, artista y mexicano, eleva y exalta maravillosamente, esas “complicaciones”.
Quienes conocieron y aman a Rodrigo Pimentel coinciden en la gran persona que era, lo amable, lleno de ternura y aunque jamás podría cuestionarlo, quienes lo conocimos a través de su obra, encontramos a un artista sumamente intenso, vibrante, dual y lleno de color.
Jaguares, nahuales, máscaras, colores, migración, Dioses… ¿Cómo no pensar en México con alguno de esos términos? Rodrigo Pimentel, siempre orgulloso de sus orígenes, los plantea protagonistas en sus piezas, el artista que en voz de Carlos Monsiváis “experimenta con las combinaciones de la mirada, va a fondo en materia del relajamiento, usa de la pintura para poder llegar a la pintura, y los bestiarios, de los dioses múltiples que pueblan nuestra incredulidad, la vida popular, pero solo acepta sus ejes temáticos si la intensidad de la forma lo satisface.”
Muy pocas veces tenemos la oportunidad de dejarnos llevar por una obra, de entenderla, de vivirla. Ahora y hasta el 3 de Diciembre, el Museo Nacional de Arte, que ha sido recinto de espléndidas exposiciones, sin mencionar que el museo mismo es una gran obra, nos permite hacerlo con un recorrido de siete salas llenas de óleos, gouaches, dibujos, bocetos y cuadernos con notas de este enorme artista michoacano.
TRANSMUTACIONES
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